miércoles, 5 de abril de 2017

Sobreviviendo a la primera carrera de la temporada



El domingo ya pasó y he podido certificar que 7k no son nada, sobre todo porque iba mentalizada a hacer en la Carrera del palo 7k y resultaron ser 5,6k. Me sentí muy bien saber que a pesar del calor, el trocito de correr por arena, las subidas, las bajadas (que a mis rodillas no gustan nada) he sobrevivido a mi primera carrea de la temporada, pero algo preocupada porque no me veo haciendo 10k, ya he hablado con mi sensei-amigo-gatuno-marido y dice que pronto me pondrá deberes para mejorar, pero primero tengo que intentar no ahogarme corriendo.

El tiempo no está tan mal para el ritmo que me muevo 




No lo he contado.., pero hice mi altar corredor antes de la carrera, llevaba algo nuevo(mi camiseta bichexca), algo viejo (pues de eso había muchísimo), algo azul (mis ojeras de tener a 2 peques que se revolucionan de amor todo el día) y algo prestado (la felpita, prestada hasta que su dueño la vuelva a usar para volar por las calles). Me ha gustado esto del altar, por lo que simboliza, por que mentaliza.. y porque cuando solo tienes 10 minutos para vestirte entre los gritos de MAMAAAAAAAAA!!!!!, pues viene bien tener todo a la mano.


Esta carrera ha sido muy reveladora, y empiezo diciendo que iba muy desmotivada, cabizbaja y algo molesta conmigo misma, nada más salir del coche para tomar el autobús, escucho un CRACK!!, mi móvil hizo el movimiento tortilla sobre el suelo y quedo inservible, que vamos a ver.. no era el móvil en sí (que también) lo que me puso muy preocupada cara a la carrera, sino porque mi lista de spoty para correr estaba allí, y yo sin música no me gusta correr si voy sola, no me gusta nada, soy de quienes le da mucho vueltas a la cabeza, sin música estoy pendiente de cada dolor, de cada flato, del reloj cada minuto, en cambio con mi música me distraigo, sueño, vuelo, me doy fuerza… aquí tengo que decir que MI MUSICA es esa música adolescente-juvenil de mis tardes colegio y universidad, ese rock peruano que solo los peruanos mayores de 35 conocemos, pues ese señores es mi secreto corredor, a mi bichito le gusta y se anima y corre en mi mente.

Y como corro yo ahora sin mi música?;

Llegar a la carrera cabizbaja y terminarla súper animada tiene un porque, y es que ahora os voy de decir lo que más me mola de correr, y es, LA GENTE QUE CORRE. Esta carrera la he hecho feliz por personas que me han hecho de todo para que así lo sienta, directa o indirectamente. Primero, agradecer a mi gatuno enamorado  que a pesar de tener 11 grapas y estar de baja, salió a acompañarme y darme ánimos (aunque creo que estuvo a punto de salir corriendo a toda pastilla cuando dieron el pistoletazo de salida). Luego encontrarme con una especie de ángel de la guarda en zapatillas y mallas que al contarle lo de mi móvil, no dudó en querer darme el suyo para que escuchara la radio y por último conseguir un dorsal y correr toda la carrera a mi lado hablándome, animándome y animando a otro compañero, mil gracias N. me hiciese ver el espíritu de todo buen deportista y buena compañera. Y como no a todos esos loquitos runner con su bicho corredor que me integraron rápidamente y me dieron aliento, chocaron mi mano, una buena conversación con cervecitas para celebrar la carrera, ganas de coincidir en más carreras con vosotros.




Ahora a preparar esos 10K, estoy contenta porque los voy a correr con una gran amiga (estrenada medio maratoniana), el bichito nos picó casi a la vez y de ser las mamis del cole que se saludan en la puerta del cole  a quedar por las tardes para correr no tiene precio.